El 11 de septiembre ya es un “hecho” en la lista de las tragedias del mundo contemporáneo. No hay quien escuche esa fecha y no se acuerde de los atentados a las Torres Gemelas, en Nova York. Estamos frente a los problemas del capitalismo, de una sociedad antidemocrática y violenta que responde a nuestro estilo de vida. Así adentramos en un universo llamado “Atopia”, a través de una imagen borrosa de Thomas Ruff (jpeg ny01), en la cual nos acordamos del acto de terrorismo que marcó el comienzo del siglo XXI.
Atopia se refiere claramente a un reflejo de la humanidad paralizada y enferma con su decadencia. Los 169 trabajos expostos en el CCCB resgatan las ideas estéticas y algunas emociones por la experiencia de la violencia urbana. Describe la tensión entre el artista/individuo y la ciudad, de sujetos que buscan salidas alternativas en la vida contemporánea.
Eso que todavía llamamos de ciudad se convirtió en una consecuencia del capitalismo. Ahora es un espacio abstracto y abandonado en si mismo, que no es concreto pero que tampouco podemos considerar utópico. Vemos la expresión del malestar del individuo en relación a ese lugar, que no representa de ninguna manera el paraíso. Los artistas invitan a sí mismos a la ciudad para mostrar los diversos enlaces entre el hombre y el urbano. La tensión entre una ubicación que se hace individual y un ser que se masifica; la tensión del cambio permanente.
Sentimos bien la opresión del sistema, que nos impone la masa al mismo tiempo que nos prende en el vacío de la soledad. La ciudad sin su gente está expresa en las fotos de Carey Young (Body Techniques). Allí, el hombre es la única forma de vida, el espacio lo marginaliza. Él creador mismo de su obra (las metrópolis) está sólo al mismo tiempo en que hace malabares para ajustarse a las "formas irregulares de la ciudad". No parece cómodo en su posición de individuo marginado, sino que lucha en el arte de sobrevivir en el ritmo del capital.
Inmersos en una rutina urbana, los sujetos buscan un escape en la prisión de la vida contemporánea. En el cruce, en las calles frías y sin alma, en el laberinto de la ciudad "post-capitalismo" dónde la abstracción fulmina la esperanza de vida. En las obras de Laerence Lemaoana (Resurrection Series) las personas retratadas tienen el rostro tapado, no sabemos quien son y tampouco como son. Hicham Benohoud (Version Soft) hace casi lo mismo con sus personajes: desonfigura sus ojos, boca, nariz. En este tiempo de superpoblación nos tornamos más solitários. Esa es la razón por la cual los individuos se muestran petrificados en una ciudad sin rostro, donde solo el poder tiene cara.
A raiz de este declive sin fin, nos enfrentamos a los grandes centros urbanos, que ya no reúnen más, se acumulan y esvazian la población; trituran lo humano y restituen los cadáveres solitarios. Miradas petrificadas, corpos inmobles. El "hombre-mecanicus” camina por los rincones y busca a su ciudad. En las fotos de Nuno Cera (A Room with a View) podemos verlo, negado, sin reparo y sin sentido, cuando las ciudades ofrecen este modelo de exclusión, de marginación y de indiferencia. Los personajes dormidos fueron fotografiados en diversos lugares del mundo; Berlin, Porto, Basel, Sao Paulo, Lisboa, Barcelona, Istanbul: en este caos surge el arte para nos indicar una patología universal comun.
El encuentro del arte con la ciudad en los albores del siglo XXI no es por casualidad. Aparece como una necesidad vital de reconocerse a sí mismo en un paisaje borroso. Un requisito para tratar de entender por qué los hombres matan a favor de una guerra, por qué creen que la violencia puede ser una solución a los problemas políticos y econômicos, cómo el hombre puede fácilmente destruir lo que él mismo construyó. Y, sobre todo, cómo el capitalismo trabaja para nosotros y contra nosotros mismos .
Exposición Atopia
Del 25 frebrero al 24 mayo 2010
CCCB, Barcelona
Atopia se refiere claramente a un reflejo de la humanidad paralizada y enferma con su decadencia. Los 169 trabajos expostos en el CCCB resgatan las ideas estéticas y algunas emociones por la experiencia de la violencia urbana. Describe la tensión entre el artista/individuo y la ciudad, de sujetos que buscan salidas alternativas en la vida contemporánea.
Eso que todavía llamamos de ciudad se convirtió en una consecuencia del capitalismo. Ahora es un espacio abstracto y abandonado en si mismo, que no es concreto pero que tampouco podemos considerar utópico. Vemos la expresión del malestar del individuo en relación a ese lugar, que no representa de ninguna manera el paraíso. Los artistas invitan a sí mismos a la ciudad para mostrar los diversos enlaces entre el hombre y el urbano. La tensión entre una ubicación que se hace individual y un ser que se masifica; la tensión del cambio permanente.
Sentimos bien la opresión del sistema, que nos impone la masa al mismo tiempo que nos prende en el vacío de la soledad. La ciudad sin su gente está expresa en las fotos de Carey Young (Body Techniques). Allí, el hombre es la única forma de vida, el espacio lo marginaliza. Él creador mismo de su obra (las metrópolis) está sólo al mismo tiempo en que hace malabares para ajustarse a las "formas irregulares de la ciudad". No parece cómodo en su posición de individuo marginado, sino que lucha en el arte de sobrevivir en el ritmo del capital.
Inmersos en una rutina urbana, los sujetos buscan un escape en la prisión de la vida contemporánea. En el cruce, en las calles frías y sin alma, en el laberinto de la ciudad "post-capitalismo" dónde la abstracción fulmina la esperanza de vida. En las obras de Laerence Lemaoana (Resurrection Series) las personas retratadas tienen el rostro tapado, no sabemos quien son y tampouco como son. Hicham Benohoud (Version Soft) hace casi lo mismo con sus personajes: desonfigura sus ojos, boca, nariz. En este tiempo de superpoblación nos tornamos más solitários. Esa es la razón por la cual los individuos se muestran petrificados en una ciudad sin rostro, donde solo el poder tiene cara.
A raiz de este declive sin fin, nos enfrentamos a los grandes centros urbanos, que ya no reúnen más, se acumulan y esvazian la población; trituran lo humano y restituen los cadáveres solitarios. Miradas petrificadas, corpos inmobles. El "hombre-mecanicus” camina por los rincones y busca a su ciudad. En las fotos de Nuno Cera (A Room with a View) podemos verlo, negado, sin reparo y sin sentido, cuando las ciudades ofrecen este modelo de exclusión, de marginación y de indiferencia. Los personajes dormidos fueron fotografiados en diversos lugares del mundo; Berlin, Porto, Basel, Sao Paulo, Lisboa, Barcelona, Istanbul: en este caos surge el arte para nos indicar una patología universal comun.
El encuentro del arte con la ciudad en los albores del siglo XXI no es por casualidad. Aparece como una necesidad vital de reconocerse a sí mismo en un paisaje borroso. Un requisito para tratar de entender por qué los hombres matan a favor de una guerra, por qué creen que la violencia puede ser una solución a los problemas políticos y econômicos, cómo el hombre puede fácilmente destruir lo que él mismo construyó. Y, sobre todo, cómo el capitalismo trabaja para nosotros y contra nosotros mismos .
Exposición Atopia
Del 25 frebrero al 24 mayo 2010
CCCB, Barcelona